Qué pasó

El 19 de septiembre de 2021, el volcán de Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma, entró en erupción tras una intensa actividad sísmica que había comenzado días antes.
Durante 85 días, hasta el 13 de diciembre, el volcán expulsó coladas de lava, cenizas y gases, en la erupción más larga registrada en la historia de la isla.
Los efectos fueron devastadores:

  • Más de 7.000 personas evacuadas de sus hogares.
  • Unas 7.000 edificaciones destruidas, entre viviendas, colegios, iglesias y negocios.
  • Más de 1.200 hectáreas cubiertas de lava, incluyendo fincas agrícolas que eran sustento de la economía local.
  • Carreteras, redes eléctricas y de agua totalmente arrasadas en amplias zonas.
  • La isla ganó terreno al mar con deltas lávicos, pero a costa de pérdidas humanas y materiales incalculables (aunque no hubo víctimas mortales directas, sí graves daños psicológicos y económicos en la población).

La catástrofe marcó un antes y un después en la vida de la isla y en la conciencia sobre la vulnerabilidad volcánica de Canarias.


Por qué pasó

  1. La erupción fue consecuencia de la acumulación de magma bajo la dorsal de Cumbre Vieja, empujado hacia la superficie por la presión de los gases.
  2. Los enjambres sísmicos detectados previamente fueron la señal de ese ascenso de magma.
  3. La Palma es una isla volcánica activa, y este tipo de episodios forman parte de su dinámica natural, aunque no se producen con frecuencia: la última erupción previa había sido la del Teneguía en 1971.

¿Se pudo evitar?

La erupción era inevitable: no existe forma de detener un volcán. Sin embargo, se pudieron mitigar sus consecuencias:

  • Vigilancia previa: el Instituto Geográfico Nacional y el Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) detectaron la actividad sísmica y avisaron a las autoridades con antelación.
  • Evacuaciones rápidas: gracias a esos avisos, miles de personas fueron evacuadas a tiempo, evitando una tragedia humana mayor.
  • Limitaciones: aun así, no se pudo impedir la destrucción de casas, negocios y cultivos por la fuerza imparable de la lava.
  • Gestión posterior: se ha criticado la lentitud de las ayudas y de la reconstrucción, lo que ha dejado a miles de damnificados en una situación precaria durante años.

En resumen: las vidas se salvaron gracias a la prevención, pero el daño económico y social pudo gestionarse mejor después de la erupción.


Riesgo de que se repita

El archipiélago canario es de origen volcánico y seguirá registrando erupciones en el futuro.
Aunque no se pueden predecir con exactitud, los sistemas de vigilancia actuales permiten anticipar las crisis volcánicas con cierta antelación.
El riesgo de que otro episodio ocurra en La Palma o en otras islas como Tenerife, Lanzarote o El Hierro es real y constante, por lo que se insiste en la necesidad de planes de emergencia permanentes y una cultura de prevención.


Quién gobernaba

  • Municipio (El Paso, uno de los más afectados): Ayuntamiento presidido por Sergio Rodríguez (CC).
  • Isla de La Palma (Cabildo): presidido por Mariano Hernández Zapata (PP).
  • Comunidad Autónoma de Canarias: Gobierno presidido por Ángel Víctor Torres (PSOE).
  • España: Gobierno central presidido por Pedro Sánchez (PSOE).

Fuentes

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio